Qué rápidas se van las horas del amor
Qué rápidas se van las horas del amor
Qué rápidas se van
las horas del amor,
arena que se escapa
entre mis dedos…
Quisiera retener
tu aliento junto a mí
cuando murmuras rosas desmayadas,
cuando te hundes y cuando me hundo
en un abrazo eterno, y somos fuego,
cuando del grito pasas al susurro
y el cuarto flota entonces sobre el mundo.
Qué rápidas se van
las horas del amor,
arena que se escapa
entre mis dedos…
Quisiera detener
el humo justo allí
y nuestro cigarrillo compartido
desenredar tu pelo eternamente
cuando tus pechos yacen mansamente
con esa adolescencia acurrucada,
dichosa de vivir y verme vivo,
y todo empieza, todo nuevamente.
Qué rápidas se van
las horas del amor,
arena que se escapa
entre mis dedos…