Asesino A Sueldo
Usted dirá general, pa' los trompos son las cuerdas.
Se que me mandó llamar pa' liquidar unas cuentas.
Si usted paga por matar, y yo le cobro las deudas.
Me estorba Liborio Cano, y también José Perales.
Uno lo encuentras en Bravo, y el otro vive en Linares.
De ahí te vas a Serralvo a matar a Carrisales.
Los quiere a la luz del día, o con mucha discreción.
Será como usted lo diga, si prefiere la traición.
Siendo una suma crecida no importa la situación.
Liborio andaba en el campo levantando su cosecha,
cuando llegó el gatillero montado en su camioneta.
Y luego luego se oyeron diez tiros de metralleta.
En la calle principal de la ciudad de Linares,
la gente vió agonizar también a José Perales.
Nada mas uno faltaba, el llamado Carrisales.
Vengo a matar a tu padre, así dijo el gatillero.
El niño no era cobarde y le madrugó primero.
Lo acribilló con un Mauser y cinco balas de acero.