Nace una canción
Nace una canción, un niño es,
palabras para dar.
Casi sin saber las pesco ahí,
y las devuelvo al mar.
Vienen hacia mí, sugieren que,
hay algo que decir.
hablan de esas cosas para vos,
durmiendo en un cajón.
La llave abre un candado dormido
que busca siempre ser olvidado.
para sorpresa la vida, en un café.
Miro para el techo azul y se,
que hay alguien por ahí.
Mirando su cielo y a la vez,
sospechando de mí.
Tanto espacio hay, tanto que hacer,
el tiempo es irreal.
Navegando por mares de luz,
nos dan una señal.
Saludo siempre a ese amigo olvidado,
y le arrebato un par de deseos.
Seguro que lo podré explicar...
cuando lo vuelva a ver.