Mateo
Mariano di Cesare, Leandro Lacerna
Cuando el silencio le hablaba,
los fantasmas se acercaban,
a decirle que aguantara,
y el teléfono sonó.
Buscaba y no lo encontraba,
pensó que no llegaba,
y sin abrir los ojos,
atendió.
Y su voz le respondió:
"Siempre digo más de lo que pienso,
pienso más de lo que siento"
-y el teléfono colgó.
Frío, frío, frío, calor.