Traviesa
Soy la paica de san Telmo,
la más taita y retrechera
mis amigas, las chismosas,
me cuerean sin cesar,
porque dicen que yo tengo
aserrín en la sesera
y que soy una fulera
que no sé ni caminar.
También dicen esas rantes
que soy fea y mal hablada,
que con este cuerpecito
a nadie puedo engrupir.
Mas si piensan ensillarme,
van muertas en la parada,
porque a mí nada me importa
de lo que puedan decir.
¡Traviesa!
Me dicen las chismosas al pasar.
¡Milonga!
¿Qué quieren? No lo puedo remediar.
La vida me encanta,
el tango y la milonga es mi placer.
¡Paciencia, chismosas!
¡Pues que le vachaché!
Una noche en el bailongo
de la parda doña Juana,
pelechada la francesa
mi gavión me presentó.
Era cosa de raíces,
pues mis humos de bacana
a todito el avispero
rantifuso alborotó.
El chamuyo a la sordina
cada vez iba aumentando,
hasta que rompió la orquesta
con un tango compadrón.
Y al quebrarme en sus compases
se me fueron achicando
como se achica el churrasco
al rescoldo del fogón.