DESTINO MARCADO
Esta es la triste historia
De un hombre enamorado
Que creyó en los juramentos
De la mujer que había amado
Sin pensar que su destino
Ella lo había marcado
Se entregó con toda el alma
Creyendo que era sincera
Nunca pensó que en su pecho
Había un alma traicionera
Que a un corazón indefenso
Le arruinó su vida entera
No hay dicha que sea completa
Ni hay vida que no termine
Los desengaños dan pena
Que los recuerdos reviven
Y ahora vaga por el mundo
Con su orgullo maltratado
Con un dolor tan profundo
Que ni el licor le ha curado
Con los recuerdos amargos
Que esa mujer le ha dejado
No hay dicha que sea completa
Ni hay vida que no termine
Los desengaños dan pena
Que los recuerdos reviven