Prendido a una Guitarra
A contar lo que ha sabido
es que el cantor siempre avanza.
Llena el alma de ilusiones
y poco o nada en la panza.
Casi siempre es bienvenido,
suspiro, risas y danza.
Sabe bien lo que decir,
de sus vivencias se agarra.
Habla, sueña, siente y baila,
prendido a una guitarra.
Quizá muchos no lo entiendan,
distraidos van hacia el brete.
Del político ladrón
se cansó de hablar al cuete.
No confía de sí mismo
pero se armó de palabras.
Supo caminar la noche,
supo del santo y la farra.
Habla, sueña, siente y baila,
prendido a una guitarra.
Anda como el referí
siempre vestido de luto.
El diablo sabe por viejo,
pero más sabe por puto.
Y qué importa su raíz
si conoce las palabras.
Sólo sabe de su gente
y las historias que narra.
Habla, sueña, siente y baila,
prendido a una guitarra.