Chicos malos
Tú te vas, casi sin darme cuenta sé que te vas,
ya no me miras demasiado cuando paseas a mi lado.
¿Y qué esperar?
De un aburrido corazón, ¿qué esperar?
De alguien que miente a su tristeza
bailando en una discoteca.
Y hace tiempo que pienso en dos años atrás
cuando todos los viernes querías quedar,
cuando todas mis cosas te solían gustar,
me da miedo, sin ti me da miedo despertar.
Porque hoy prefieres a los chicos malos
y a los chicos desenfrenados,
esos que te mirar sin parpadear,
los que beben coca-cola, los que gritan más,
los que fingen sus detalles y se ríen más que nadie,
prefieres a los demás.
Yo ya no te gusto, y por eso te vas.
Es injusto, no he podido ni empezar.
Yo que pensaba invitarte a patinar conmigo,
flotar conmigo, volar conmigo, volar ...
Y quién dará su vida entera por poderte besar
hoy que tu corazón es ártico y tu perfil neo-romántico.
¿Y qué esperar
de alguien que en cada club se atreve a gritar
que yo fui demasiado estático
y en ocasiones tan dramático?
Y hace tiempo que pienso en volverte a olvidar,
en dejar que te pierdas que te caigas al mar
en el monstruo que pronto ocupará mi lugar.
No te quiero, ya no te querré nunca jamás.
Y aunque prefieras a los chicos malos
y a los chicos desenfrenados,
hoy voy a salir, voy a empezar a ser
el que invada tus recuerdos cada amanecer.
Ya no vives en mis sueños, hoy me río y me divierto
y es que hoy
bailo entre los chicos malos y los dejo hipnotizados.