Un Caso Social

¿Por qué jugar con otro corazón?
¿Por qué imponerle leyes?
¿Por qué obligar si no quiere?
¿Por qué forzar si no quiere?
¿Por qué, por qué, por qué, por qué utilizar
Si otros brazos prefiere?
Se cansó de ti, de tu ambición

Si a costa de ella, con tu dinero quisiste comprar
Ay no lo niegues
Fue demasiado importante
Costara lo que costara
Encontrar un sitio para ti
En la sociedad

Te burlaste de ella
Pobrecita ella
Busca tus amigos
Déjamela a ella

Al corazón no se amarra
Al corazón no se le asegura
No se le pone guardaespaldas
Déjala que siga, déjala que siga
Al corazón no se amarra
Al corazón no se le asegura
No se le pone guardaespaldas
Déjala que siga, déjala que siga

Soy de corazón humilde
Pero a nadie como cuento
Cuando voy en mi caballo
Es porque ya va ensillao
No me la mire compay
No se atreva, no me aguanto
No me la toques a ella
Si la tocas, te levanto

Al corazón no se amarra
Al corazón no se le asegura
No se le pone guardaespaldas
Déjala que siga, déjala que siga
Al corazón no se amarra
Al corazón no se le asegura
No se le pone guardaespaldas
Déjala que siga, déjala que siga

Porque hora se me dio cuenta
Que le hacen falta sus cuentas
El mundo da muchas vueltas
Y usted anduvo solo en revueltas
Busque que ella aquí a la vuelta
Se encuentran en una puerta
Pague justo, pague bueno
Que a ella le dan las devueltas

Al corazón no se amarra
Al corazón no se le asegura
No se le pone guardaespaldas
Déjala que siga, déjala que siga
Al corazón no se amarra
Al corazón no se le asegura
No se le pone guardaespaldas
Déjala que siga, déjala que siga

Si estuviera contigo en tus brazos
Por Dios que sería tremendo fracaso
Si estuviera contigo en tus brazos
Nunca sabría que son buenos abrazos
Si estuviera contigo en tus brazos
Su linda cabeza llena de porrazos
Si estuviera contigo en tus brazos
Y es que sigue siendo tremendo payaso
Si estuviera contigo en tus brazos
Seguro tendría cinco marca pasos
Si estuviera contigo en tus brazos
Ni a la esquina contigo a pasar un buen rato
Si estuviera contigo en tus brazos
Y es que tú eres, un caso social