Peces Abisales
¡Cuánto derroche de magia
sudor y fluidos,
locura,
pasión y ternura,
relojes parados, incendios,
volcanes y lunas!
Mirarte dormida,
todo temblaba.
Los viejos y ciegos dolores,
peces abisales
que desde el olvido nos joden la vida.
No supimos nadar por el fondo
bucear en la herida,
cuando un "te quiero"
no es suficiente.
¡Qué difícil mantener el rumbo!
Tus tormentas y las mías,
cualquier noche, mi amor,
me derrumbo.
Ya no sé si continuar
o prefiero naufragar.
Ya no sé si continuar.
Cualquier noche, mi amor,
me derrumbo.
Cualquier noche, mi amor,
me derrumbo.