Aprendí

Javier Ecay

Y al fin aprendí,
Que todo lo que canto es para hacerme feliz,
Que nada sale mal desde que tú estás aquí,
Que no falta de nada en mi vida.

Yeeeee...

Y he de seguir,
Mirando tu sonrisa si me quiero rendir.
Apoyado en los míos cuando no sé salir.
Si crees que es imposible, es mentira.

Wooooo...

Esto es lo que le precede,
A la mentira que domina alguna vida que se muere,
Y que prefere sonreírle alegremente a lo vivido,
Que llorarle arrepentido a los que no le quieren, y ahora...

Mira hacia el frente, sal adelante, piensa que nada podrá detenerte.
Vive tu vida, sé diferente, nunca pretendas gustarle a la gente.
Sé como ese árbol que resiste el vendaval,
O esa roca que soporta las embestidas del mar.

Nadie te impide llorar, nadie te impide caer cuando temas.
Nadie te impide gritar y reventar por dentro si llegan problemas.
Pero recuerda, tienes personas que siempre te cubren a capa y espada,
Que tienes familia, que tienes amigos, te tienes a ti, no te falta de nada.

Planta cara al temporal que quiera doblegarte,
Es la hora de volar, y aprender a encontrarte.
Atacar al que hizo mal, no sirve pa sanarte.
Y atacar al que no está, no va a hacerte olvidarle.

Olvida las tonterías, deja ya las niñerías,
Sé quien quieres ser ahora, no lo que fuiste en su día.
Piensa en todo el mundo. Pero primero en ti.
¿Yo? Ya entendí hace tiempo que nadie lo haría por mí.

Y al fin aprendí,
Que todo lo que canto es para hacerme feliz,
Que nada sale mal desde que tú estás aquí,
Que no falta de nada en mi vida.

Yeeeee...

Y he de seguir,
Mirando tu sonrisa si me quiero rendir.
Apoyado en los míos cuando no sé salir.
Si crees que es imposible, es mentira.

Wooooo...

Y se trata de aprender.
De seguir, y levantarse si te vuelves a caer.
De pensar que nada sale a la primera y de una vez.
De tener en cuenta lo que ganas aunque vuelvas a perder.

Si alguien te dice que vas a fallar,
no lo escuches jamás, y respira contento.
Porque al final siempre vas a encontrar,
al que intenta callar lo que llevas por dentro.

Abre las alas, te toca volar,
y viajar a un lugar que no existe en los cuentos.
Lejos del cielo, más allá del mar,
hallarás esa paz, y pondrás tus cimientos.

Y es el momento para edificar,
un templo de verdad, lleno de sentimientos.
Donde lo malo no pueda ni entrar,
y lo bueno se quede brillando en lo eterno.

Y ahora jamás volverás a dudar,
Porque vas a enfocar la manera de hacerlo.
Ya se acabó el momento de llorar,
Porque sé que yo lo logré, y sé que...

al fin aprendí,
Que todo lo que canto es para hacerme feliz,
Que nada sale mal desde que tú estás aquí,
Que no falta de nada en mi vida.

Yeeeee...

Y he de seguir,
Mirando tu sonrisa si me quiero rendir.
Apoyado en los míos cuando no sé salir.
Si crees que es imposible, es mentira.

Wooooo...

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