Viejo Baldío
Baldío de barrio... un cacho de vida
perdido a lo lejos allá en mi arrabal,
bordeado de casas humildes y viejas,
esquina, laguna y aquel saucedal.
Baldío de barrio, retazo de infancia,
purretes traviesos soñando volar,
mil juegos de antaño, mil sueños lejanos,
camino del tiempo, ¿qué calle andarán?
Recuerdo de aquel barrio que ribeteó la luna,
testigo nacarado tendido en el fangal
y el viejo farolito con su luz trasnochada
entremezcló romances de sedas y percal.
Como en tu calesita que desgranaba tangos,
mi suerte fue sortija que siempre se negó
y del rodar fulero por calles de la vida,
hoy traigo a mi regreso cachuso el corazón.
Baldío de barrio, me llueve en los ojos
y el alma vacía se aprieta en dolor,
envuelta en el humo de las horas viejas
que trae el encanto de la evocación.
Baldío de barrio, amigos primeros.
¿Qué rumbo la vida nos quiso marcar?
Se pierden los gritos, las caras borrosas,
qué solo me encuentro, qué extraño que estás.